amigos en los yermos

11 de marzo de 2010

Patatas fritas


Patatas fritas es un libro de nuestra queridísima amiga Olga Xirinacs, que puede ver cosas que sólo los niños y ella pueden ver, como si tuviera un sentido más. Entre las cosas más pequeñas y más humildes, pueden suceder grandes historias como la de Rosita.

Rosita es una niña de cuatro años, tiene una hermanita, Pepa, de uno y viven con sus padres de pueblo en pueblo. Tienen un puesto de golosinas de mil maneras, frutos secos y patatas fritas. A Rosita le encantaba, pero si tocaba algo, se llevaba un bofetón. A veces salía del puesto de sus padres para ir a ver los puestos vecinos. Conocía a Momo, un negro grandote que vendía bolsos, cartera y perfumes. Momo jugaba con ella y le contaba historias de su tierra. Un poco más allá estaba Carmela que vendía ropa y otro poquito más lejos, el puesto de salazones. Su madre le había prohibido ir más allá, hasta que un día pasó del límite y se fue a ver los puestos de fruta. Todos tenían mucho trabajo, como su madre, y caminando por el mercado se perdió Rosita, entró en un puesto de marionetas y se durmió abrazada a la marioneta de un hada que le gustó mucho. Nadie se dio cuenta porque estaba tapada con una tela. La niña tenía miedo, así que puso las marionetas en círculos y se puso a jugar con ellas para no sentirse sola. Pasó la noche en la furgoneta sin que el dueño se diera cuenta de la niña. A la mañana siguiente, mientras montaban el puesto de marionetas, se escapó con el hada amiga. Fue por el mercado hasta que vio el puesto de salazones, se acordó de que su madre no la dejaba pasar de allí y volvía con miedo de que le pegaran una paliza. Una simpática pescadera que la conoció, la cogió en brazos muy contenta y le dio un beso. Muy contento de verla a salvo, Momo también sonreía, Carmela no se lo quiso perder y la llevaron con sus padres, que, al verla estaban contentos pero no le pegaron porque había mucha gente delante. La madre dijo que le daría un guantazo para que le dijera dónde había estado, pero la policía, que también estaba, le dijo que de pegarle nada. La madre quito la denuncia de la desaparición y los echó a todos de allí porque tenía trabajo. Rosita fue a jugar con Pepa y el hada.

La víspera de Navidad Rosita salió del puesto otra vez. Se había aprendido el camino hasta el puesto de soles, lunas y marionetas. Cuando los dueños fueron a la furgoneta para recoger, encontraron unas marionetas puestas en corro y en medio un montón de chuches, frutos secos de muchas clases y patatas fritas.

Sí que es verdad, desde que he leído este libro, que si voy al mercado o a los puestos de la feria me fijo más en todo por si veo un puesto donde haya una mujer, pintada como una reina, con dos niñas pequeñas.

4 comentarios:

Joana dijo...

Sembla un llibre molt divertit, ja me'l deixaràs i el mostrarem als xiquets del segon cicle de primaria per a que puguen gaudir de la seua lectura.
Olga és una gran escriptora. No tinc cap dubte que sera molt interessant.
M'has guanyar la mà, pensava mirar alguns llibres per a recomanar-los a classe, però t'has adelantat.
De tota manera per al proper trimestre crc que et podre donar una sorpresa molt gran.
Una gran abraçada lectora i 7mil b7s

Anónimo dijo...

Estimada Neus, m'ha agradat moltíssim llegir el teu comentari tan detallat del llibre "Patates fregides".
Gràcies, de tot cor. Em sembla que sí que et pot haver agradat, perquè és boniquet.
I ara et diré una cosa: la idea la vaig agafar perquè era veritat que la parada de patates fregides, caramels, etc., la portava una dona que guardava allà els seus fillets petits. Jo la coneixia, i els veia, en el cotxet.

Llavors se'm va ocórrer escriure com veuria el mercadet una nena petita. Veuria només les cames de la gent... i així va començar la història.

Estic molt contenta i t'envio petonets,

Olga Xirinacs

Neus dijo...

M´agradat molt aquesta història, comence a triar els llibres que m´agrada llegir ara i he comprat llibres seus, estic acavant "Mi padre es capitán" que també el estic llegint molt a gust, més quan es tracta d´una gran professional que ha tingut la gentilesa de llegir el que jo escric i comentar-ho, per a mi això té molt de valor. Jo també estic molt contenta i també li envio molts petonets. Gràcies.

Anónimo dijo...

muy lindo libro lo dejaron en el colegio a mi niña es fabuloso.