amigos en los yermos

26 de enero de 2013

"Mis flores marchitas"





Desde esta mañana que he “descubierto” esta canción no paro de darle vueltas, la he escuchado un montón de veces con la piel de gallina. ¿Cómo se hace una canción como esta? ¿Cómo se le puede poner ritmo, letra y una voz que transmite tanta seguridad a tanto dolor? 

La crudeza con la que Rees canta llamando a las cosas por su nombre es la única manera de poder afrontar, despertar o sólo abrir los ojos y echar un vistazo alrededor para darnos cuenta que desde bien pequeños tenemos patrones a seguir de comportamiento, sí, y sobre todo de belleza que también nos hacen ir más allá de la higiene personal y el estilo propio. A todos y a todas nos gusta estar bien, sentirnos bien, comprarnos ropa…pero si miro un poco a mi alrededor, a mi familia y amigos bueno, me han visto de muchas maneras y siempre me han querido por cómo soy con mis más y mis menos, como yo a ellos. Me da igual si son gordos, flacos, van en chándal o visten de revista, los quiero y ya está, no hay más. Ahora, que no me vengan reguapísimos a cuestionarme, que se irán por donde han venido, eso también.

Duele escuchar la letra de “Mis flores marchitas” pero la verdad es que esta valentía no se ve todos los días a la hora de denunciar algo tan serio como es la salud que se juegan algunas y algunos desde muy jóvenes por creer que así están más guapos y guapas. Mi enhorabuena a Rees por reivindicar no, por dejar bien claro que la belleza interior es la que no se pierde y la que realmente importa.

En casa he encontrado un librito "¡Ay...infeliz de la que nace hermosa!" de Juan José Alonso Millán pero no tenía nada que ver, creo... pero al seguir buscando, como casi siempre que buscas algo, lo tenía delante en el libro "De todo corazón" que me ha regalado Joana estas fiestas en donde vienen una selección de poemas de José Mª Plaza y he encontrado este de Manuel S. Picharro:

No adoro la hermosura...

No adoro la hermosura
que con serlo se basta,
porque el tiempo desgasta
la frágil envoltura.

Amo la esencia pura
bajo la forma casta,
lo que el tiempo no gasta,
lo que vive y perdura.

No me arroba tampoco
gracia que bien no deja.
Y a mi espíritu encanta

más que la luz, el foco;
más que la miel, la abeja;
más que la flor, la planta.

21 de enero de 2013

Días de feria

En la Gran Vía, la tarde sigue sonriendo
con sus ropas recién estrenadas
entre luces de colores y música ochentera
sobreviven los coches de choque de la feria.
Jugamos entre amigos, volantazos y chispas 
con algo más que golpes controlados,
las miradas sacaron un seis
y volvieron a tirar.

13 de enero de 2013

Té verde sobre arcilla roja. El desenlace.

                             Alberto y Carmen, una gran suerte teneros cerquita. ¡Os quiero!


La verdad es que cuando subí al coche de Joana después de comer para tomar el camino a Teruel  no me esperaba que iba a vivir uno de los momentos más bonitos de toda mi vida.

  http://orihueladeltremedal.wordpress.com/2012/12/17/homejaje-a-alberto-villen-pinilla/

Comparto este enlace donde encontraréis todo lo que se puede compartir de esa tarde gracias a la generosidad de Manuel Matas que ya ha recopilado el recorrido de un día intensísimo que celebramos en Teruel y que al estar tan completo ya no se puede añadir nada más. Incluso podéis ver el vídeo chulísimo que Shiro Dani ha editado para que no nos perdamos nada al ritmo de la canción que Óscar dedicó a su padre, Alberto Villén con el título "Palabras retorcidas" como aquel primer libro que él y su hermano Sergio convirtieron en una realidad. Aquí encontraréis los poemas, las fotos, la presentación del primer poemario de Víctor J. Villanueva "Puertas que se abren/La línea del mar" Víctor estrenaba poemario al poco tiempo de ser papá, a Jordi Dorca (que conocí ese día después de tantos otros en el blog) a Carmen que por fin recitó en público, emocionándonos y muchos otros amigos que no se querían perder el recital "TE Verde sobre arcilla roja" en el Ayuntamiento de Teruel.

Siempre recordaré con toda la emoción esa tarde y después la dedicatoria que Manuel nos dedicó a mi madre y a mí aquella mañana de domingo después de haber compartido otro día más con más tiempo para hablar tranquilamente.

Vivir momentos tan especiales como estos con personas tan entrañables y queridas hacen que valga la pena fijarse en las cosas sencillas de la vida, en la amistad que sólo pide amistad, sin complicaciones y sí con sorpresas a los amigos de vez en cuando, porque se lo merecen y también...¡porque se pasa muy bien!

Muchas gracias a Juan M. Marzá por las fotos, a Víctor por poner a todos en marcha y a Alberto Villén por ser como eres Alvipi, porque sin ti no hubiera existido esta aventura.

Un abrazo a todos y Feliz Año!