Se cuenta que hacia 1236, Jaime I el Conquistador cayó muy enfermo cuando estaba en Teruel. Fueron a atenderlo los mejores médicos que había entonces, pero ninguno podía curarlo. Se hizo un pregón por el reino prometiendo una recompensa a quien pudiera curar al rey. Al enterarse, cinco jóvenes turolenses coincidieron en que el mejor remedio para curar al rey serían unas sopas de ajo cocinadas en puchero de barro. Pero había otro enorme problema y era que como había tanta gente en Teruel, no quedaban ajos y tenían que ir a por ellos a Valencia. Y a Valencia fueron. Dicen que sólo volvió uno a Teruel, ya que los demás murieron en el viaje y que el que quedó, al llegar a Teruel le cocinó durante varios días al rey las sopas de ajo como en Teruel se hacen, y pronto se recuperó el rey de todos sus males.
Puede ser maravilla y no da casi trabajo una cosica sencilla como las sopas de ajo.
Primero me enseñaste a leer contigo aprendí a escribir y lo más importante, a entender lo que podía sentir cuando explicabas la lección a veces con una canción. Y conforme pasa el tiempo desearía por un momento saltarme el reglamento y correr a tu lado otra vez como en mi ñiñez. Porque aprenderé muchas cosas pero tú me enseñaste las más hermosas. GRACIAS CHELO
Com canvía el paisatge quan arriba la tardor. Està boig aquest oratge ara fred, ara calor! Vegen-te, Sol, no m´avorrisc ara entre, ara isc. Com canvía el paisatge quan arriba la tardor. Juguen xiquets, juga el vent tots junts fem un moviment. Cada canvi d´estació es una nova cançó.
Voldría tindre el pintor una paleta de color per poder pintar la tardor. Canvía l'oratge de carassa i pleguem la carabassa per adornar la casa. Les fulles juguen amb el vent i el fred es deixa caure, xiulant, despulla l'arbre, i s'adorm en un moment. Quan arriba la tardor canten ocells el comiat se'n van buscant calor i el paradís somniat.