Jon tiene un don II

Los tres amigos se pusieron de acuerdo para concienciar a la gente y colaborar con la ONG de los padres de Luis.

Jon y Lucas hablaron con los de su clase del cole y todos quisieron colaborar. Oscar, Mario, Javi, Olmo y Pedro, que iban siempre juntos, se encargaron de hablar con Juan Cristóbal, que les dejó el carrito tirado por su burro “Pepico” y fueron por el pueblo con Candela, Andrea, María, Pitu y David vendiendo unas papeletas de rifa que habían preparado Carla y Elena. Sorteaban un jamón que les había regalado la yaya de Neus y Pedro. En todas las casas les compraron papeletas y colaboraron con juguetes, ropa, cosas útiles de la casa, incluso algún mueble que no sabían muy bien donde colocar.

Se encontraron con sus maestras, Lucía, Joana y Chelo que estaban tomando café, y les contaron su proyecto. Enseguida se pusieron en marcha, hablaron con otros maestros y les regalaron varios libros y material escolar que les podía ser útil a otros niños.

Finalmente fueron al almacén en donde iban colocando todas las cosas que habían recogido para hacer un inventario de todo, y vieron que tenían bastante para llenar un camión de los grandes.

Los padres de Luis estaban muy contentos. Les dieron las gracias a todos. Realmente estaban felices. Los niños se miraban unos a otros, satisfechos durante los días que habían estado trabajando duro por ayudar a otros niños, sentían que valía la pena. Jon y Lucas, que siempre andaban solos, habían sido capaces de juntar a todos los chicos por una buena causa.

El camión llegó por la mañana pronto y allí había mucha gente para cargarlo, ayudó casi todo el pueblo y los que no pudieron, se dedicaron a preparar un buen almuerzo para cuando los trabajadores terminaran.

Se despidieron de Luis y de sus padres. Si todo salía como estaba previsto, el camión llegaría a su destino la noche de Reyes. Jon y Lucas se fueron a su banco de la plaza esa noche, y vieron pasar una estrella.