amigos en los yermos

8 de mayo de 2012

De paseo



Este año el deshielo será corto aunque la lluvia se ha animado más que la nieve a dejarse ver en la montaña últimamente. Los caños otra vez fluyen alegres hacia el exterior después de recorrer los secretos pasadizos hechos por ellos mismos en su ciclo interminable, feliz de regalar tanta vida como la sonrisa de mi hermano.

El silencio allí nos habla de canciones de río, de esquilas metálicas que cuelgan del cuello de las vacas, de olor a tierra limpia, a flores tímidas y del estruendo que se acerca a cada paso que damos hacia el gran salto de agua. Es imposible no sentir alegría en un sitio así observando las carreras de Duna, animándola cuando decide meterse en el agua y sacar un árbol que flota, muerto, tirando de él hacia la orilla de esa piscina natural que siempre me permite ver el fondo, cada piedra, cada animalito que intenta esconderse en vano y me río.

Esta tarde estaba tumbada en el sofá de la tristeza hasta que decidí ponerme las botas y salir de paseo.